Desde el registro de Symbolics.com, primer empresa en tener su espacio en la web, los dominios de internet generaron una gran cantidad de datos curiosos. Quizás el más emblemático sea el que ocurre con Tuvalú, pais poseedor de los sitios .tv.

A mediados de la década del 80, el organismo de internet que se encargaba de asignar nombres y números, decidió crear los dominios geográficos de cada país basándose en el código de dos letras de la Organización para la Estandarización, más conocida como ISO. Así fue como Argentina obtuvo el .ar, Perú el .pe, Chile el .cl y Brasil el .br, entre otros.

Esta nueva organización de los dominios le dió a cada país la potestad de comercializar sus sitios en lo que se creía que iba a ser un negocio normal. Pero allí es cuando aparecieron los creativos de la red para empezar a buscarle la vuelta a las cosas. Los países que tenían terminaciones llamativas o que se prestaban para hacer referencias a productos o servicios comenzaron a estar de moda.

Tal es el caso de Tuvalú, un pequeño espacio de tierra ubicado entre Hawái y Australia, que sin tener demasiados sitios propios en la web, el código del país se posicionó como uno de los más reconocidos en el mundo.

El .tv se convirtió en una clara referencia para sitios que transmiten televisión en vivo o que están relacionados de alguna manera a este medio de comunicación. Para entender el negocio hay que remontarse a finales de la década del 90 cuando la empresa DotTV, le ofreció 50 millones de dólares a Tuvalú a cambio del derecho de vender el dominio .tv a otras empresas por los siguientes 12 años.

Teniendo en cuenta que el PBI de la isla es de 12 mil 200 millones de dólares, el sí no se hizo esperar. El negocio fue rentable tanto para Tuvalú, que pudo pavimentar las calles de su ciudad capital y también para la empresa tecnológica que vendió el dominio por todo el mundo.

Desde el 2002, DotTV fue adquirida por Verisign y como consecuencia, el .tv pasó a estar bajo su administración hasta el 2011 cuando se venció el contrato. A partir de ese año, hubo una renegociación y Tuvalú obtuvo un beneficio de más de 2 millones de dólares anuales a cambio de que esta nueva empresa pueda seguir administrando el dominio de este pequeño país hasta el 2021.

Si bien el de Tuvalú es un caso por demás de particular, no es el único. La Federación de Micronesia también logró sacar réditos económicos de su dominio .fm que se utiliza por muchas estaciones de radio, en tanto que Armenia no tuvo tanta suerte pese a que su código internacional es .am.

Fuente: dattatecblog.com