Los 25 millones de GB con acceso bloqueado desde enero, cuando el portal de Kim Dotcom fue dado de baja acusado de facilitar la piratería, siguen siendo motivo de discusión en la causa judicial.

Desde hacía varios años, la empresa estadounidense Carpathia Hosting brindaba alojamiento a los archivos individuales que subían los usuarios del portal de descargas Megaupload. Con el cierre abrupto de éste el 20 de enero pasado, en una operación sin precedentes liderada por el gobierno de Estados Unidos y ejecutada por el FBI, el hoster quedó al cuidado de 25 millones de GB en datos que nadie quiere destruir, pero tampoco pagar por su mantenimiento.

Alegando que le resulta “agobiante” responder por los u$s 9.000 al día que cuesta mantener el inmenso volumen de datos intactos, Carpathia reclamó semanas atrás al juez a cargo de la causa que asigne a algún interesado que se haga cargo del alojamiento de los datos o bien que pague por el mantenimiento en sus servidores.

Queremos los archivos

En respuesta, el viernes pasado el juez federal Liam O’Grady convocó a una audiencia a los abogados defensores de los seis directivos de Megaupload acusados -entre ellos, su fundador Kim “Dotcom” Schmitz-; el fiscal; los representantes federales; Carpathia Hosting, la Motion Picture Association of America (MPAA), que agrupa a los seis estudios más grandes de Hollywood, principales querellantes; la Electronic Frontier Foundation, que defiende a usuarios de internet y empresas tecnológicas; y abogados de particulares afectados.

O’Grady escuchó, como era de esperarse, muchos puntos de vista diferentes, cada uno en defensa de sus intereses y los de sus defendidos, pero las variadas voces parecieron coincidir en que los datos subidos por los más de 60 millones de usuarios de Megaupload son elementales para el desarrollo del juicio.

Los abogados del gobierno plantearon que Carpathia no es inocente en la causa y que podría enfrentarse a una demanda civil, por haber colaborado con Megaupload en la supuesta facilitación de la piratería de la que se la acusa. El gobierno señala que el hoster estadounidense ganó u$s 35 millones en su alianza con la empresa de Dotcom y destaca que quiere desprenderse de los archivos cuanto antes para “despegarse” de la causa.

La MPAA, que en un principio reclamaba la importancia de mantener los archivos para luego perseguir demandas civiles, el viernes planteó que su único interés es que el contenido pirateado no esté disponible en la web, dejando abierta la posibilidad de autorizar su posible destrucción.

La Electronic Frontier Foundation, en cambio, reclamó que se busque una entidad independiente que devuelva el contenido a sus respectivos dueños, en referencia a los ex-usuarios de Megaupload. Si bien el juez planteó que la cantidad enorme de información dificulta la creación de un sistema simplificado para realizar la tarea, la defensora de la EFF Julie Samuels le reclamó que no se olvide de cuidar los intereses de los terceros inocentes afectados por el juicio.

Los abogados de Megaupload reiteraron su postura de que en los archivos alojados en los servidores de Carpathia está la información que necesitan para demostrar la inocencia de sus clientes, por lo que consideran fundamental conservarlos.

Ya finalizando la audiencia, el juez se mostraba a favor de preservar los 25 millones de GB y parecía simpatizar con el planteo económico de Carpathia, pero encontrar dónde alojar semejante cantidad de datos era un tema que lo superaba.

Antes de retirarse a analizar en privado la necesidad de asignar un mediador a las partes para que lleguen a un acuerdo, escuchó al abogado de un particular dejando por sentado que su cliente quería asegurarse la preservación de los datos que había alojado en Megaupload. En tono de broma el magistrado le preguntó: “A su cliente no le intesaría hacerse cargo de los datos, ¿no?”

Si bien todavía no existe un responsable asignado para cuidar de los archivos de Megaupload, la decisión del juez quedó clara: los 25 millones de GB no serán borrados.

Fuente: dattatecblog.com