Un joven investigador propone el Mouseless, un láser y software que interpreta los movimientos de la mano sin hardware. Crearlo le costó 20 dólares.

Pranav Mistry, un investigador del prestigioso Media Lab del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), inventó el Mouseless, un ratón invisible que interpreta los movimientos de la mano aunque el hardware no esté realmente ahí. El truco es posible gracias a una cámara, un emisor de rayos láser y un software capaz de reconocer los gestos de nuestra mano.

Desde que el ingeniero Douglas Engelbar inventó y construyó el primer mouse en 1967, poco cambió en el diseño. A lo largo de más de 40 años de historia conservó prácticamente el mismo tamaño, y la modificación más radical que ha recibido es el reemplazo de la bola y cilindros que se empleaban para transmitir los movimientos sobre la mesa a la electrónica del aparato por una pequeña cámara digital, dando lugar a los mouse ópticos.

Desde el punto de vista del usuario se mantuvo exactamente igual. Hasta que
Pranav Mistry, un joven investigador del prestigioso Media Lab del MIT, invirtió 20 dólares para poner a punto el Mouseless, algo así como un ratón invisible.

Simplemente usó un emisor de rayos láser infrarrojos para "iluminar" su mano y dedos, y una webcam capaz de recoger la imagen de la mano del usuario cuando "hace como que utiliza el ratón".

Un sofisticado programa de reconocimiento de imágenes convierte el video capturado por la cámara en comandos que se envían al sistema operativo de turno, haciéndole creer que provienen de un ratón común y corriente.

El resultado es que puedes controlar la computadora simplemente moviendo la mano sobre el escritorio, sin necesidad de mecanismos móviles de ninguna clase. El ratón no está allí, pero todo funciona como si estuviese: clic, doble clic, clic con el botón derecho y hasta los movimientos sobre la rueda de desplazamiento que muchos ratones tienen entre los dos botones principales se comportan exactamente igual que en un ratón convencional.

Es posible que se sienta un poco extraño trabajar haciendo como que el mouse está allí, pero seguramente la curva de aprendizaje debe ser lo suficientemente suave como para que cualquier usuario comience a disfrutar el Mouseless en sólo unos pocos minutos.

Si el invento de Mistry se convierte en un producto comercial, el mouse habrá desparecido definitivamente de nuestros escritorios.

Fuente: Infobae.com