Microsoft mostró algunas novedades de Windows 7, como su tecnología táctil y la posibilidad de personalizar el sistema con más facilidad.

Microsoft busca que la próxima versión de su sistema operativo Windows, que opera en el 90 por ciento de las computadoras del mundo, sea más rápida y fácil de usar, evitando los errores del Vista que desesperaron gran parte de los usuarios del software.

La empresa tiene previsto lanzar a principios de 2009 una versión de prueba de Windows 7, que fue presentado con novedades como tecnología de pantalla táctil y la posibilidad de personalizar el sistema con más facilidad.

Windows Vista fue muy criticado debido a su escasa compatibilidad con otros dispositivos y a su lentitud de arranque, convirtiéndose en el blanco de una efectiva campaña publicitaria de su rival Apple que resaltaba las fallas del producto.

Además, la utilidad del sistema operativo tradicional de Windows, el producto más rentable del mayor fabricante de mundial de software, empieza a ser cuestionada porque cada vez más aplicaciones utilizan la Red.

Para su próximo lanzamiento, Microsoft ha decidido medir el éxito en función de la satisfacción del usuario antes que por la superioridad técnica, que no es la prioridad para la mayoría de los consumidores.

"Está bien tener la mejor solución técnica", comentó Julie Larson-Green, vicepresidenta corporativa de Microsoft y supervisora del diseño de Windows 7.

"Pero es como VHS y Beta (Betamax). La mejor solución técnica no siempre importa", comentó, refiriéndose a la guerra de formatos de vídeo que finalizó a en la década de 1980.

Microsoft tratará de introducir aplicaciones más sencillas para el usuario, luego de que Apple haya doblado su cuota de mercado en Estados Unidos desde el 2005, debido en parte a una campaña que mostraba el Vista como anticuado y difícil de utilizar.

El gigante del software ha contraatacado invirtiendo 300 millones de dólares en publicidad y mercadotecnia, que intenta enfatizar el alcance y la diversidad de sus usuarios.

Aunque Vista ha vendido más de 180 millones de licencias desde su lanzamiento en enero del 2007, directivos de la compañía han admitido en privado que el software prometió más de lo que podía ofrecer y se vendió menos de lo esperado, un problema que, afirmaron, no se repetirá con Windows 7.

La empresa asegura haber resuelto los problemas de compatibilidad del Vista e intentará mantener los requisitos técnicos a la misma altura que su predecesor para evitar que las empresas tengan que comprar equipo especial para utilizarlo.

Reuters

Con información de elnorte.com