La adquisición fue confirmada por Mark Zuckerberg desde su red social. La inesperada medida y el monto de la transacción tomaron por sorpresa a socios y rivales.

Hace menos de una semana, Instagram, la app más famosa del iPhone, desembarcaba en Google Play para comenzar a deleitar a los usuarios Android. Fue recibida con marcado interés: más de un millón de descargas en su día de lanzamiento.

El éxito acompaña a este pequeño emprendimiento desde su lanzamiento en enero de 2011. Con más de 30 millones de usuarios a la fecha, otras redes sociales empezaron a mirarlo con interés. Tanto Twitter como Google+ seguramente temieron que pudiera llegar a convertirse en una red social fuerte y potencial rival importante. O analizaron lo interesante que sería sumar Instagram a su oferta de servicios.

Exito inesperado ofensivo (y defensivo)

A días de que el valor de Instagram fuera establecido oficialmente en u$s 500 millones, Facebook se adelantó a todos y compró la start-up en nada menos que u$s 1.000 millones, una cifra récord en la historia de la red social más popular del planeta.

“Este es un hito importante para Facebook porque es la primera vez que adquirimos un producto y una compañía con tantos usuarios. No tenemos pensado hacer muchas más [adquisiciones de este tipo], si es que alguna vez hacemos otra,” escribió Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, en el posteo desde el que dio a conocer al mundo la inesperada novedad.

Ni siquiera los empleados de Instagram conocían el destino de la compañía hasta ayer a las 9 de la mañana, cuando su CEO Kevin Systrom reunió a todo su personal (que no supera la docena de personas) para darle a conocer que pronto serían parte del equipo de Facebook.

Zuckerberg fue más rápido que cualquiera de sus rivales para convertir una preocupación en un valor agregado para sus usuarios.

El YouTube de Facebook

La cifra pagada por Facebook lleva inmediatamente a recordar aquellos u$s 1.650 millones que Google pagó por YouTube allá por 2006. Después de todo, Instagram es, al igual que aquel YouTube de Chad Hurley, Steve Chen y Jawed Karim, una red social con un alto caudal de visitas e interacciones diarias, pero sin un plan de negocios que genere ingresos monetarios importantes.

Los planes inmediatos de Facebook para Instagram también coinciden con el estilo empleado por Google para YouTube. Desde la adquisición, el portal de videos sigue funcionando en sus oficinas originales de San Bruno (California), casi siempre en forma independiente a Google. Zuckerberg piensa brindarle una independencia y protección de marca muy similar a Instagram.

“Estamos comprometidos a construir y ayudar a crecer a Instagram en forma independiente. Millones de personas de todo el mundo adoran la app de Instagram y su marca asociada, y nuestro objetivo es ayudar a distribuir esta app y su marca a todavía más gente.

“Pensamos mantener características como la habilidad de postear a otras redes sociales, de no compartir tus Instagrams en Facebook si no querés, y tener seguidores y seguir gente en forma separada de tus amigos en Facebook,” aclaraba ayer Mark Zuckerberg a sus suscriptores.

En pocas palabras, Instagram seguirá siendo Instagram. Pero, desde ayer, dejó de ser una preocupación para Facebook, una empresa que está a pocos meses de debutar en Wall Street, con inversiones estimadas en u$s 5.000 millones, y no puede darse el lujo de permitir que otros emprendimientos distraigan a sus más de 845 millones de usuarios. Ya se le escapó Twitter. Con Instagram, Facebook mostró más reflejos.

¿Pagó demasiado por la start-up? Tal vez. Pero si Google o Twitter le ganaban de mano, las consecuencias le podrían haber salido mucho más caras. Facebook se aseguró un final feliz, en una foto a todo color y con efectos delicados y estilizados. Típica de Instagram.

Fuente: dattatecblog.com